156-0. Ese es el daunting número que enfrentan los Dallas Mavericks tras perder en casa ante los Boston Celtics en el tercer juego de las Finales de la NBA.



Ningún equipo ha logrado remontar un déficit de 0-3 en toda la historia. Si observamos las señales de ambos equipos en la disputa por el trofeo Larry O'Brien, parece que este asunto está al borde de ser juzgado.


Jayson Tatum y Jrue Holiday celebran: los Celtics lideran 3-0 en las Finales gracias a un trabajo de equipo impecable. Getty Images


Los Mavericks deben tomar nota de los Celtics. Alcanzar un campeonato es un proceso que lleva tiempo, y en ese camino, el aprendizaje es invaluable. Paso a paso. En la noche del miércoles, Jayson Tatum (31 puntos, seis rebotes y cinco asistencias) y Jaylen Brown (30 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias) combinaron esfuerzos para anotar 61 puntos. Por otro lado, Luka Doncic aportó 27 puntos, seis rebotes y seis asistencias, mientras que Kyrie Irving sumó 35 puntos, tres rebotes y dos asistencias. Es evidente que los dúos de ambos equipos estuvieron a la altura.


Entonces, ¿cuál fue la diferencia? El entorno. Los compañeros. El equipo. La llegada de Jrue Holiday y la ausencia de Kristaps Porzingis, quien completó el equipo campeón. Ahora nadie espera actuaciones titánicas, sobrenaturales o decisivas de Tatum y Brown; se dan como resultado de un juego en equipo. Pero para lograrlo, Boston tuvo que enfrentar numerosos obstáculos, caer y levantarse una y otra vez.


Los Mavericks llegaron hasta aquí con un esfuerzo extremo, superando a Clippers, Thunder y Timberwolves en partidos reñidos. Sin embargo, deben comprender que contar solo con Doncic e Irving no es suficiente. Aunque son magos con el balón, necesitan más apoyo. La sexta falta de Luka en un momento crucial del último cuarto refleja frustración, cansancio y desgaste, indicando la necesidad de un esfuerzo colectivo más sólido.

Superman ha estado muerto en el baloncesto posmoderno por un tiempo.


Los Boston Celtics están al borde del título de la NBA después de vencer a los Dallas Mavericks en el tercer juego de las Finales. Con una barrida sobre Indiana en las Finales de Conferencia, los Celtics se acercan a un campeonato que parece, sin exagerar, un acto de justicia. Esta serie entre Celtics y Mavericks representa un contraste entre la ciencia pragmática y el esoterismo, donde la estrategia y la consistencia de Boston están mostrando ser superiores.


Boston llega al cierre de los juegos con una estrategia definida y un equipo más cohesionado que Dallas. Mientras Jayson Tatum y Jaylen Brown brillan con el apoyo de su equipo, los Mavericks, incluso sin Kristaps Porzingis por lesión, luchan por encontrar la misma profundidad en su plantilla.

Mark Cuban y los Mavericks deberán reflexionar sobre sus necesidades en la temporada baja. Aunque han mejorado significativamente para llegar a las Finales de la NBA, queda claro que necesitan más que solo Luka Doncic y Kyrie Irving. El equipo de Boston, con jugadores como Jrue Holiday, Derrick White y Al Horford, ha demostrado una defensa sobresaliente y una capacidad para ejecutar en momentos clave que ha marcado la diferencia en esta serie.


A pesar de la valiente resistencia de Dallas, que llegó a reducir una desventaja de 21 puntos en el tercer cuarto, los Celtics impusieron su ley con un final decisivo. La fatiga de Doncic, evidente en su desempeño y en su interacción con los árbitros, fue explotada por Boston, que mostró fluidez y precisión en su juego.


Con Boston liderando la serie 3-0 y mostrando una eficiencia destacada en triples, asistencias y defensa, la barrera para los Mavericks parece cada vez más alta. El próximo juego será crucial para determinar si los Celtics completan la barrida o si Dallas puede encontrar una forma de prolongar la serie.

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